viernes, 21 de marzo de 2008

En el pub

Mesa para dos,nos sentamos uno frente al otro y pedimos una cerveza.

Una posibilidad es preocuparnos por cómo nos miran desde las otras mesas tratando de adivinar qué tipo de relación tenemos,intentar descifrar porqué elegimos el territorio con la mesera más antipática de todo el lugar.Otra posibilidad es abstraernos en una burbuja donde estemos solo los dos.Podemos hacernos mutua compañía o dejar que una vez más la paranoia de la insignificancia se apodere de la persona que tenemos en frente y sintamos que estamos hablando con un fantasma.En términos generales,la diferencia básica está en testear si con el otro se puede dialogar antes de empezar a pensar urgentemente excusas para irte lo más rápido posible.Pero con él no es así,las horas vuelan,la gente del boliche se renueva (los que permanecen ya muestran alegría excesiva por su acumulación alcohólica),la banda en vivo termina su sesión y deja lugar al dj con sus mezclas de estilo indefinido.Con él no somos fantasmas,somos dos personas intercambiando anécdotas,momentos tétricos del pasado que cuando los mirás ahora te dan mucha gracia (la típica “eso solo me pasa a mi” y el otro te dice “y…la verdad que si” jaja,sin la más mínima intención de consolar la desgracia ajena);filosofamos un rato y divagamos astronómicamente desde lo más rutinario hasta lo más insólito.Muy lindo todo.Pero no es la primera vez que sucede y en el transcurso de oportunidades como ésta, ha demostrado cariño,pero es tan inseguro que casi nunca termina sus frases referentes a ese tema.Ahí es cuando me veo obligada a especular y sacar el abanico de los cientos de posibles interpretaciones.En contadísimas ocasiones se ha desenchufado de sus represiones y me ha hablado directamente.Dulces palabras.En menos de dos milisegundos ya se encuentra dentro de su caparazón otra vez.

Pedimos la última cerveza.Tal vez me guste descifrarte,tal vez me aburra traducir a alguien todo el tiempo;tal vez no tenga más tiempo para descifrarte a vos del que tengo para descifrarme a mi.Salud.





Silvana