lunes, 25 de agosto de 2008

Nostalgia condicionada

Requiere tan solo un poco de astucia o por lo menos observación crítica, para percatarse de que el sistema económico que nos rige es capaz de inventar el día de cualquier cosa con tal de lucrar. Es así como con pretextos humanitarios que persiguen llanamente llenar bolsillos, surgen los famosos “día de la madre”,”día del padre”,”día del abuelo”,”día del amigo” y un extenso montón de etcéteras que se han convertido en la comercialización total de los vínculos: no me regalás, no te importo (interpretación tan imbécil como real en muchos casos lamentablemente). Dentro del amplio espectro comercial que juega con nuestras vidas (uruguayas) se encuentra la célebre “noche de la nostalgia”, espectacular oportunidad en la cual todos los eventos sociales remontan sus precios con solo agregar “nostalgia” a su cartelera, a pesar de que ésta sea patética. La idea es rememorar “aquella música”, “la buena música”, “la música de los buenos tiempos” (frases muy ambiguas para mi gusto, hablan pero no explican nada -“lo bueno” es bastante subjetivo creo - ). En fin, la paradoja consiste en que aún sabiendo que es un invento comercial, he terminado nostálgica por la nostálgica razón de que la última noche de la nostalgia estabas conmigo. Seguramente como me cuesta arduamente recordar lo que hice la semana pasada, veo difícil recordar un día en especial del pasado año; pero ahí está el poder de mezclar “la buena música que escuchábamos” con una fecha inamovible, como si fuera ese y solo ese día en que nos dan permiso para escucharla.


Silvana